Tras jugarse ya la primera jornada de la primera vuelta de la liga regular en la Admiral Bundesliga podemos sacar ya bastantes conclusiones de los equipos. Si la semana pasada hablábamos del Austria Klagenfurt que estaba sobrepasando sus expectativas, esta toca centrarse en un conjunto que es todo lo contrario, el LASK Linz.
El equipo de Linz partía como uno de los equipos que iban a formar el grupo de los aspirantes y que iban a estar en la parte noble de la clasificación tras entrar la temporada pasada en la UEFA Conference League, sin embargo, la realidad les ha golpeado duro y se encuentran en el último puesto de la tabla. Parece increíble que el LASK Linz a estas alturas de la temporada esté en esa situación.
La campaña empezaba con Thalhammer en el banquillo con un proyecto bastante asentado y con un equipo que jugaba de memoria. Con un 3-4-3 su estilo era atractivo y llamativo. Buena salida de balón, rapidez en la zona media y gran capacidad goleadora en el tramo final. Hay que decir que pierden este verano a Trauner, el alma mater de la defensa, y a Ranftl, fundamental por la derecha, pero no nos podríamos imaginar que esas dos piezas pudieran hacer tambalearse todo el conjunto.
No empezaron mal la temporada puesto que ganaron al Altach fuera de casa por 0-1 y empataron frente al Rapid Viena por 1-1. Resultados lógicos y que podrían entrar dentro de lo que se esperaba del LASK Linz. Sin embargo, desde ese momento todo se complicó.
El equipo de Thalhammer empezó una caída libre en la que su juego dejaba mucho que desear y en el que la defensa hacía agua por todos los lados. Eran incapaces de dejar su portería a cero en ningún partido lo que provocó una serie de resultados catastróficos. Empates frente al Wattens Tirol y Hartberg y derrotas ante Sturm Graz, Ried y Austria Viena. Con un balance de seis puntos en siete partidos el club decide prescindir del entrenador el 13 de septiembre para intentar frenar la caída a pesar de que en el último día de mercado incorporaron a varios jugadores para paliarla como Hortvath o Luckneder, ambos del Harberg.

Con el cambio de entrenador, Andreas Weiland, el equipo empezó a competir en Europa dejando buenas sensaciones frente a HJK finlandés al que ganaron 0-1. Hay que decir que en esta competición están demostrando sus mejores resultados puesto que de doce puntos han conseguido diez. Pero volvamos a la Admiral Bundesliga.
Con Weiland empezaron sacando un 1-1 frente al Austria Klagenfurt y ganando 3-1 al Admira, parecía que el equipo volvía a carburar con ese cambio y que podrían ir para arriba, pero no fue así. En las siguientes jornadas encajaron tres derrotas frente a RB Salzburgo, WAC y la ultima este fin de semana frente al Altach por 0-1 en casa lo que les ha llevado a ocupar el farolillo rojo de la tabla clasificatoria en Austria.
La calidad de la plantilla está clara y solamente hay que ver los nombres: Goiginger, Michorl, Schmidt, Karamoko… Lo raro es que todos estos nombres no estén encajando y funcionando porque el conjunto en sí es un gran equipo.
El objetivo de esta temporada era competirle a Sturm Graz y Rapid dentro de lo posible, pero tal y como están las cosas debe ser, ahora mismo siendo realistas, intentar llegar a clasificar al grupo de campeones para los playoffs. Tienen diez puntos y el objetivo está a solamente cuatro a falta de diez jornadas. Tiempo y equipo tienen de sobra, confianza quizás menos. Veremos si lo consiguen.